Con esta expresión popular doy titulo a unos comentarios referentes a una marca de autobuses que ha pasado por diferentes etapas. En nuestro otro blog Retrobuses elaboré parte de su historia que continua hasta nuestros días. La que esta empresa esta haciendo merece mi respetos y es aplaudible que continúen pese a la fuerte competencia. Pero lo que no se vale es lo ha continuación menciono.
Luego de desaparecer por unos años, la empresa ha regresado al mercado de autobuses, especialmente al transporte urbano. Pero resulta que la ampresa o alguien muy aficionado a esta marca misma elaboró su propio blog , y se “fusiló” párrafos completos y todo el material fotográfico que con permisos yo publiqué en diferentes trabajos en este su blog Por los Caminos de América. Es decir que copió de cada línea de autobuses mexicana la parte correspondiente a los autobuses Dina, sin cambiarle nada, palabra por palabra , punto por punto, coma por coma, foto por foto Ha eso si, al final pusieron de referencia el sitio donde obtuvieron la información pero sin mencionar el autor y lo peor, sin autorización,
Por favor quien se haya tomado la libertad de copiarnos en lo sucesivo sean más profesionales, cámbienle algo a los párrafos que yo redacté y consíganse otras fotos (hay muchas en la red). Escribir un trabajo o un texto, sobre todo si es sobre algo histórico, requiere usar diferentes fuentes de información, siempre es conveniente mencionarlas. Pero lo que no se vale es copiarlas tal cual. Hay párrafos donde escribo en primera persona, ni siquiera eso cambiaron.
Parte de los comentarios que aquí escribo ya se los envié al susodicho blog, pero como era de esperarse inmediatamente los borran.
Para quienes nos gusta o hemos escrito algo de historia sabemos que detrás de un solo párrafo hay un cumulo de información buscada de diferentes fuentes y para redactarla, hay que verificar su certeza o confiabilidad. En múltiples ocasiones la información (especialmente fechas) escrita que he encontrado en ciertas revistas o periódicos no coincide con la que encontrado en otras fuentes, y allí es donde radica la labor del historiador, el buscar cual es la real y entonces publicarla.
Lo más simple, es hacer lo que estas gentes hicieron, un simple copiar e imprimir, eso no tiene ningún mérito y está fuera de toda ética. Ya en otra ocasión un pseudo-historiador, se fusiló integras las historias no oficiales de Autobuses Anáhuac y de Transportes del Norte. Este hecho lo mencioné en mi blog Omnibuses Peña.
Saludos y disculpen mis lectores, pero es verdaderamente lastimoso ver lo que otros hacen con nuestro trabajo. Los que aquí escribimos lo hacemos sin otro fin más que el informar, y esta a su disposición, ustedes lo saben. Pero hay formas.
Su servidor
José Ramírez Lozano
Monterrey, N. L.
Luego de desaparecer por unos años, la empresa ha regresado al mercado de autobuses, especialmente al transporte urbano. Pero resulta que la ampresa o alguien muy aficionado a esta marca misma elaboró su propio blog , y se “fusiló” párrafos completos y todo el material fotográfico que con permisos yo publiqué en diferentes trabajos en este su blog Por los Caminos de América. Es decir que copió de cada línea de autobuses mexicana la parte correspondiente a los autobuses Dina, sin cambiarle nada, palabra por palabra , punto por punto, coma por coma, foto por foto Ha eso si, al final pusieron de referencia el sitio donde obtuvieron la información pero sin mencionar el autor y lo peor, sin autorización,
Por favor quien se haya tomado la libertad de copiarnos en lo sucesivo sean más profesionales, cámbienle algo a los párrafos que yo redacté y consíganse otras fotos (hay muchas en la red). Escribir un trabajo o un texto, sobre todo si es sobre algo histórico, requiere usar diferentes fuentes de información, siempre es conveniente mencionarlas. Pero lo que no se vale es copiarlas tal cual. Hay párrafos donde escribo en primera persona, ni siquiera eso cambiaron.
Parte de los comentarios que aquí escribo ya se los envié al susodicho blog, pero como era de esperarse inmediatamente los borran.
Para quienes nos gusta o hemos escrito algo de historia sabemos que detrás de un solo párrafo hay un cumulo de información buscada de diferentes fuentes y para redactarla, hay que verificar su certeza o confiabilidad. En múltiples ocasiones la información (especialmente fechas) escrita que he encontrado en ciertas revistas o periódicos no coincide con la que encontrado en otras fuentes, y allí es donde radica la labor del historiador, el buscar cual es la real y entonces publicarla.
Lo más simple, es hacer lo que estas gentes hicieron, un simple copiar e imprimir, eso no tiene ningún mérito y está fuera de toda ética. Ya en otra ocasión un pseudo-historiador, se fusiló integras las historias no oficiales de Autobuses Anáhuac y de Transportes del Norte. Este hecho lo mencioné en mi blog Omnibuses Peña.
Saludos y disculpen mis lectores, pero es verdaderamente lastimoso ver lo que otros hacen con nuestro trabajo. Los que aquí escribimos lo hacemos sin otro fin más que el informar, y esta a su disposición, ustedes lo saben. Pero hay formas.
Su servidor
José Ramírez Lozano
Monterrey, N. L.